viernes, 27 de mayo de 2011

piramides de cholula





La construcción del templo de Chiconaquiahuitl (Dios de las nueve lluvias) se realizó a lo largo de varias generaciones. Dio inicio en el siglo II antes de nuestra era, y concluyó a la caída de Teotihuacán, que fue la última cultura prehispánica que imprimió su sello en el gran basamento (900 d. C. - 1100 d. C.), antes de la llegada de los españoles. Una de las prácticas constructivas de los mesoamericanos era la remodelación de antiguos edificios, remodelaciones que tenían como objetivo la ampliación y mantenimiento de las construcciones originales, por lo que el dilatado período de construcción de este templo debe ser entendido en ese contexto.

El Tlachihualtepetl fue producto de siete pirámides superpuestas, cada una de las cuales cubría la totalidad de la pirámide anterior. Ello motivó el agrandamiento paulatino de la base, que llegó hasta los cuatrocientos cincuenta metros de lado, alcanzando una altura de sesenta y seis metros.
La apariencia actual de la gran pirámide es la de un cerro en cuya cima se encuentra una iglesia católica, dedicada a la Virgen de los Remedios. Ésta fue construida, después de tres intentos por los españoles en el año de 1594. El templo católico en la actualidad es un importante destino de las peregrinaciones de los creyentes católicos de la región, y también es empleado para la celebración de ritos indígenas. Debido a que el templo católico ha sido declarado patrimonio histórico de la nación mexicana, la pirámide prehispánica no ha podido ser excavada en su totalidad, en virtud de que dicha pirámide fue hecha de tierra y lo que se puede observar es el núcleo central de lo que fue la gran pirámide, dicho de otra forma, la gran pirámide que corresponde a la última cultura solo existen aislados adosamientos de piedra caliza, en virtud de que el restó fue devastado por el abandono de más de 200 años. Sin embargo, los arqueólogos han excavado en la construcción cerca de ocho kilómetros de túneles que permiten la observación de las diferentes fases constructivas de la pirámide y que pertenecen a otras culturas distintas a la Teotihuacana, siendo relevante los murales de los bebedores de pulque, el de los chapulines y el dedicado a Chiconaquiahuitl.
El primer asentamiento de Cholula se localizaba en las inmediaciones de una laguna que ha desaparecido. Esto ocurrió en el período Preclásico Medio o Superior, aproximadamente entre el siglo VIII y III antes de nuestra era. En aquel tiempo, las poblaciones mesoamericanas eran pequeñas aldeas cuya ocupación principal era la agricultura de subsistencia, centrada especialmente en el cultivo del maíz. Alrededor del siglo I antes de nuestra era, en Cholula se construyó el primer centro ceremonial importante, a partir del cual crecería lo que sería uno de los principales centros religiosos de Mesoamérica.
Durante el período clásico mesoamericano, Cholula fue el principal aliado de Teotihuacan en el valle de Puebla-Tlaxcala. Proveía a la metrópoli del altiplano central de artículos muy apreciados en la red comercial mesoamericana, como la cerámica Anaranjado Delgado, que, como su nombre lo indica, se trata de productos de alfarería distinguidos por la fineza de sus acabados y el color naranja característico. La cerámica Anaranjado Delgado era un bien de consumo suntuario en Mesoamérica, destinado sólo para las élites gobernantes.
Según algunas hipótesis, Cholula habría decaído más o menos al mismo tiempo del declive teotihuacano --ocurrida alrededor del siglo VII de nuestra era--. En otras propuestas, la ciudad habría cobrado fuerza regional en el contexto del vacío de poder surgido por el ocaso de la metrópoli teotihuacana. Como quiera que haya sido, el gran templo de Quetzalcóatl fue abandonado alrededor del siglo XI de nuestra era, época en que su población comenzó a reducirse y la ciudad perdía importancia económica y comercial.
Las más recientes investigaciones han encontrado que la zona dominada por Cholula en el período clásico de Mesoamérica estuvo bajo la influencia de pueblos portadores de la cultura Ñuiñe, cuyos centros principales se localizan en el suroeste el actual estado de Puebla y el noroeste de Oaxaca, en la llamada Región Mixteca.
Luego de su declive en el período clásico, Cholula resurgiría en el posclásico temprano como uno de los principales nodos comerciales y religiosos de Mesoamérica. La Historia Tolteca-Chichimeca (de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl) señalaba que a la llegada de las primeras migraciones trochichimecas al altiplano, la ciudad de Cholula se encontraba poblada por un grupo al que se conoce como olmeca-xicalanca u olmecas históricos --con el propósito de diferenciarlos de los olmecas arqueológicos--. Los olmeca-xicalancas también eran un grupo étnico con importante presencia en otras zonas del centro de México, como Cacaxtla, Cantona, Xochitécatl y probablemente Xochicalco y Chalcatzingo, en el actual estado de Morelos. Se ha planteado que los olmeca-xicalancas habrían sido originarios de la costa oriental del golfo de México, y que eran portadores de una cultura relacionada con la maya, que se refleja en su estilo artístico.
Luego de una lucha contra los pobladores originarios, los toltecas pudieron imponer su hegemonía, incluyendo a Cholula en su área de influencia. A partir de entonces, la ciudad adquierió el nombre completo de Tollan-Chollollan-Tlachihualtépetl, que significa Gran ciudad donde cae el agua en el lugar de huida del cerro hecho de tierra.[1] En el posclásico temprano, es probable que Cholula mantuviera relaciones con otras áreas de Mesoamérica, en especial con el reino mixteco del señor Ocho Venado, como sugieren algunas interpretaciones de documentos como el Códice Tonindeye.
La ciudad estaba regida por dos jefes, que también fungían como una especie de sacerdotes de las dos deidades principales de los olmeca-xicalanca: la Serpiente Emplumada y el Dios de la Lluvia (Tláloc), hecho que revela la vocación agrícola de los cholultecas. Más tarde, con a expansión mexica, Cholula quedó como uno de los principales aliados de Tenochtitlan.

banda el recodo

La Banda el Recodo de Cruz Lizárraga es una banda sinaloense formada en El Recodo Sinaloa, en 1938 por Cruz Lizárraga la cual se puede considerar como la pionera en la divulgación del género, que ya se venía gestando desde décadas atrás. En un principio, se dedicó a tocar corridos, sones, polkas y marchas, pero con el tiempo introdujo un nuevo estilo, empleando la tambora como instrumento principal y generando así piezas más populares. Ha tocado a lado de personajes de la talla de José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel. Actualmente cuenta con gran reconocimiento internacional, llegando su música a los 5 continentes.
Historia

Inicios

La historia de la Banda El Recodo se inicia con la inquietud del joven músico Cruz Lizarrága, quien, además de fundarla, le dio su actual fisonomía estableciendo el estilo, la forma y el número de sus integrantes actuales y asociándola de manera indeleble con el lugar de su origen. El Recodo, en efecto, es el nombre del pueblo donde nació esta banda de instrumentos de viento en el estado de Sinaloa, sobre el Pacífico mexicano.
Tal como sucedía en diversos países de América Latina, la banda era una formación semi clásica de músicos, generalmente voluntarios, que tocaban piezas sinfónicas, marciales y populares para divertir e instruir a la población local en las plazas de cada pueblo. En ese formato inicial fue parte de la herencia cultural que dejaron en México los marineros europeos cuyas naves anclaron en el litoral oeste del país, especialmente en Mazatlán, el puerto más próximo a El Recodo, el lugar donde nació y se crió Don Cruz Lizárraga. Éste observó que las bandas municipales, que tenían hasta cincuenta integrantes, sonaban demasiado solemnes en el momento de tener que amenizar una retreta, una verbena, o un baile. Por eso comenzó a experimentar con la que pudiera ser una formación mucho más simple y accesible para el pueblo en sus celebraciones y mucho más abierta en su propuesta, una banda que interpretara los ritmos favoritos de la mayoría del pueblo, desde el vals y la ranchera hasta el bolero y la cumbia. De esta manera nace la agrupación de banda sinaloense como tal.
Ya en los 50s la banda era conocida en casi todo México, por lo que se decide buscar nuevos horizontes, lanzándose así a la conquista del mercado estadounidense e incluyendo en su repertorio canciones típicas del país vecino como Patrulla americana canción que volvería a ser incluida en 1998 en el disco doble Tengo una ilusión. En 1958, La Banda El Recodo comienza su trayectoria discográfica, grabando para el sello RCA Victor el disco homónimo, el cual contenía canciones de corte instrumental y que serían a la larga canciones recurrentes en grabaciones de muchos grupos y solistas, tanto en el género de la banda, como en mariachi o en grupo norteño, canciones conocidas son Mi gusto es, El toro viejo, El abandonado y para muchos el himno del estado natal de Don Cruz: El sinaloense. Desde ese momento, comenzó una trayectoria ascendente hacia la fama nacional e internacional. Cruz Lizárraga siempre estuvo convencido del impacto de su banda, y no hizo mal al decir: "no descansaré hasta que la música de Banda se escuche en todos los ámbitos de la tierra".

La Banda El Recodo y...

Durante gran parte de la historia de La Banda el Recodo, pudiéndose decir desde sus inicios hasta mitad de los años 80 no contaban con un vocalista como integrante formal de la agrupación, por lo que la mayoría de los trabajos discográficos de esa etapa era de corte instrumental y una que otra canción era cantada por algún integrante de la agrupación, así incorporaron en sus trabajos discográficos grabaciones a lado de artistas reconocidos de la música mexicana. La lista es larga, pero puede destacarse en primer término Luis Pérez Meza primer solista que graba a lado de una banda sinaloense, pasando por artistas como Lola Beltrán, Amalia Mendoza, Lucha Villa, Aída Cuevas, Yolanda Del Río, Lalo Elizalde, Los Cadetes de Linares, Antonio Aguilar (cuyo último trabajo discográfico en vida, fue un disco en vivo en compañía de esta agrupación) y cantautores como José Alfredo Jiménez, los hermanos David y Juan Záizar, José Ángel Espinoza "Ferrusquilla" y Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel cuyo disco y posterior gira con la banda fue de gran éxito.

La Primera Voz del Recodo: Conrado Calderón

Hacia finales de los años 80 Don Cruz Liárraga permite que se le incorpore como un integrante más a la banda un vocalista, pues hasta esa fecha varios integrantes de la banda se encargaban de darle voz a algunos temas grabados en los discos, entre ellos Alberto Lizarraga, hijo de Don Cruz, quien incluso todavía a principios de los 90's se encarga de darle voz a uno que otro tema (el resto los cantaría Julio Preciado). Quien se encargaría de ocupar por primera vez el puesto de vocalista es Conrado Calderón, el cual participaba antes para una agrupación del estado de Nayarit.
Ya con la Banda El Recodo grabó un par de discos, entre 1989 y 1991 de los cuales se desprenden éxitos como Que Me Siga La Banda Del Recodo, La Fuga Del Siglo, Maldito Vicio, El Borrego Cachetón, La Camioneta Gris y temas que volverían a ser grabados en voz de Julio Preciado como La Chiva Renga, Churritos Con Chile y El Conquistador. Es en esta etapa donde la banda decide unirse en un disco con la cantante Lola Beltran.

La Banda El Recodo Hacia Los Años 90 (Era Julio Preciado)

Hacia 1991 la Banda el Recodo decide incorporar en sus filas al ex vocalista de la Original Banda el Limón, Julio César Preciado Quevedo, y en este mismo año graban su primer disco de estudio en esta nueva etapa, estrenándose también para la firma discográfica Mastereo, que se titularía "13 Rancheras y Cumbias" y que seria lanzado al año siguiente y en el mismo año un disco en vivo de una de las exitosas presentaciones realizadas en el teatro de la Ciudad de México cuyas fechas iniciales solo eran dos, pero a petición del público se abrieron más fechas por varias semanas (el disco se lanzaria para 1993); a partir de esto la carrera de la Banda El Recodo tendría un nuevo aire y un despegue comercial importante, dejando atrás la etapa de agrupación de acompañamiento.
Los éxitos fueron viniendo de manera gradual, pero siempre de menos a más, consolidando así a la Banda El Recodo como la mejor banda sinaloense, y a su vocalista, Julio Preciado, como el mejor cantante de banda. Algunos éxitos famosos en esta época que son dignos de mención son algunas cumbias y quebraditas como: La Fea, Vamonos de fiesta, El Bato machín, La Peligrosa, El apartamento, El Baile Nuevo, El Trompo, y La culebra que acapararon el gusto del público, y corridos y rancheras como: La Clave Privada, Seis Pies Abajo, Paloma Sin Nido, Cuentas Claras, De Sinaloa a California, Por una mujer casada, La Cheyenne del año, entre otras más.

Lamentable Partida

En 1995, Cruz Lízarraga cae enfermo, lo que le impide viajar con su banda en una gira por Europa. Moriría el 17 de junio en la Ciudad de México, mientras el Recodo hacia una serie de espectaculares presentaciones en el continente europeo, del cual se grabaría un disco posteriormente (En Vivo desde París, Francia). Su cuerpo fue trasladado a la ciudad de Mazatlán y enterrado en el Panteón Renacimiento de Mazatlán, Sinaloa.
A pesar del duro golpe, la banda se mantuvo en pie en contra de la expectación general, gracias a la convicción de los dos hijos de Cruz, Germán y Alfonso Lizárraga y a su esposa María de Jesús Lizárraga, continuando con el empuje que siempre ha contado esta agrupación.
Ya en 1996, repuestos de la dura pérdida, llegan a trabajar para dos disqueras de manera simultánea: Mastereo (con la cual venían trabajando desde 1991, antes de ese año trabajaron para RCA) y Fonovisa, graban en 1996 para ésta última, el disco "Desde El Cielo Y Para Siempre", titulado así a manera de homenaje al recientemente fallecido pilar principal de la agrupación, éste disco pasaría a la historia, cómo uno de los más vendidos de La Banda El Recodo y el más vendido de la etapa con Julio Preciado, de este disco se desprenden éxitos como: Acábame de Matar, El Chilango Quebrador, Si Quieres, La Josefina, Desde El Cielo y No se La Van A Acabar.

Salida De Julio Preciado

Contrario a lo que se llegó a pensar con la partida de Don Cruz, El Recodo volvió a la escena musical y tras haber logrado un gran éxito con el disco "Desde El Cielo Y Para Siempre" vuelven en 1997 al estudio de grabación lanzando el disco "Tributo A Juan Gabriel" coincidiendo con la celebracion de los 25 años del cantautor, desprendiéndose éxitos como: Mi fracaso, Caray y Se me olvidó otra vez; y más tarde el disco "De Parranda Con La Banda" con sencillos como: Una pura y dos con sal y Que solo estoy sin ti. Estos dos discos fueron grabados para el sello Fonovisa. El éxito recuperado y aumentado de la banda hizo que sus presentaciones a lo largo de toda la república mexicana se hicieran cada vez más famosas.
De esta manera en 1998 se marca un parteaguas en la historia de la agrupación, con el lanzamiento del disco "Histórico" grabado en una presentación en el año de 1997, en el lugar conocido como "Río Nilo", uno de los primeros recintos masivos destinados a la presentacion de cantantes del movimiento grupero de los años 90's, ubicado en Guadalajara, Jalisco. También deciden participar, en la conmemoración del 40 aniversario del fallecimiento de Pedro Infante grabando junto a su voz un disco, esta vez para el sello Mastereo.
Es también en este año que marcaría el final de la etapa con Julio Preciado quien decide abandonar la agrupación, debido, según él a que quería emprender su carrera en solitario, más tarde se sabría que fue debido a diferencias con el entonces director de la banda (y quien más adelante también dejaría la agrupación) Germán Lizárraga; dejando así de manera inconclusa el proyecto del disco conmemorativo del 60 aniversario. Ya a mediados de 1998, la banda decide terminar relaciones con la disquera Mastereo, la cual solo tenía contrato verbal con el señor Don Cruz Lizárraga, y cuyo último disco sería un recopilatorio, en disco doble, con motivo del 60 aniversario, que contenía canciones instrumentales, algunas canciones del concierto en el Teatro de la Ciudad de México, algunas canciones instrumentales grabadas en el sello RCA y otras tantas de la época de Julio Preciado. Terminadas las relaciones con Mastereo, El Recodo se dedicaría a grabar sólo para Fonovisa. De esta manera finalizaría lo que para muchos seguidores es considerada la mejor etapa de la Banda el Recodo, en donde se conjuntaba los buenos músicos aún escogidos por Don Cruz, la dirección de Germán Lizárraga (quien ya venía tomando las riendas de la banda desde hace 50 años), y la singular voz y carisma de Julio Preciado.

 Hacia El Nuevo milenio (Era Luis Antonio López y Carlos Sarabia)

El Recodo aún carecía de vocalista y para esta nueva etapa decide añadir en sus filas dos vocalistas, otro ex integrante de La Original Banda el Limón, llamado Luis Antonio López, mejor conocido como "el Mimoso", y Carlos Sarabia, vocalista de la Banda Crucero. Rápidamente entran a los estudios de grabación y llegan a lanzar en ese mismo año el disco doble conmemorativo del 60 aniversario (el realizado por el sello Fonovisa) llamado "Tengo Una Ilusión", titulado así, por la canción del mismo nombre, la cual fue la última composición hecha por Don Cruz estando convaleciente, este disco contendría canciones ya grabadas anteriormente como Patrulla Americana, Estampa Sinaloense y El Corrido a Mazatlán (escrita por José Alfredo Jiménez), también se anotarían un éxito lanzando los sencillos (extraídos de este disco) Pena Tras Pena y Tengo Una Ilusión, que los llevó a alcanzar altas ventas en el mercado.
En 1999, tras el rotundo éxito del disco anterior (el cuál no esperaban), la banda en plena gira por el sur de Estados Unidos entra a los estudios de grabación en California y de esta manera lanzan otro disco doble, titulado "Lo Mejor De Mi Vida", del que se desprendían sencillos como Te ofrezco un corazón, No puedo vivir sin ti, Deja y Yo sé que te acordarás, anotándose de nuevo otro gran éxito. Hacia Septiembre del mismo año, la banda reunió a 50 mil espectadores en la Plaza de Toros México, que en 3 semanas agotaron las localidades, y que de esta presentación se lanzaría un disco grabado en directo, llamado "La Historia La Escriben Los Grandes". Así, tras hacer una nueva gira por Europa, e incluyendo esta vez a varios países de África, la banda se encumbra totalmente en el gusto del público y llegando a su etapa más brillante en épocas recientes, así los discos "Tengo Una Ilusión" y "Lo Mejor de Mi Vida" serían catalogados (por sus composiciones, estilo de grabación e inclusión de nuevos géneros, pero sin perder el tan característico estilo bravío) como dos de los mejores discos del género de la Banda Sinaloense.

 Salida de Germán Lizárraga

Tras la extenuante gira de promoción del disco "Lo Mejor De Mi Vida", a finales del año 1999 la banda entra a los estudios para grabar el disco "Contigo Por Siempre" disco que tendría una cierta madurez musical con respecto al disco anterior, y teniendo un éxito similar a los 2 discos anteriores, el disco es presentado en 2001 con la novedad de que, tras un pleito legal (del cual no saldrían bien librados, ya que este sería el último disco en que se llamarían Banda Sinaloense El Recodo, quedando para las siguientes discos solo como Banda El Recodo, y perdiendo parte de las regalías de los discos grabados anteriormente con ese nombre) se incorporaba a las filas de la banda el menor de los Lizárraga, Joel, quien tocaría el clarinete, teniendo en ese periodo un integrante extra, y sugiriendo, entre la prensa amarillista la salida de un integrante.
Los rumores se volverían verdades a principios del 2002, cuando, oficialmente por motivos de salud, Germán Lizárraga se aleja de los escenarios y más tarde anuncia su salida definitiva como miembro activo, músico, arreglista, compositor y director de la banda, perdiendo parte de la esencia musical de la agrupación, debido esto a que tanto Germán como Alfonso ya no compartían la misma visión del rumbo que debía tomar la agrupación. Quedando de esta manera como líder visible Alfonso Lizárraga y de directora María de Jesús Lizárraga, última esposa de Don Cruz y madre de Alfonso y Joel.
Tras la salida de Germán, quien a la par ya estaba preparando un nuevo proyecto ahora con la Banda Lizárraga (formada por otros vástagos de Don Cruz) llamándola ahora "Estrellas De Sinaloa"; el Recodo entra a los estudios en 2002 para grabar y lanzar al mercado el disco "No Me Sé Rajar" en el cual a manera de homenaje se incluye canciones que hiciera famosas el cantante ranchero Vicente Fernández. Este disco no fue bien recibido por los críticos de música grupera, argumentando que "El Recodo había hecho mejores discos", sin embargo tuvo una gran aceptación en el público a pesar del éxito inmediato que también tuvo la nueva banda que comandaba Germán Lizárraga.

Salida de Carlos Sarabia, declive relativo

A principios de 2003, cuando la banda ya estaba a punto de entrar a grabar su nueva producción, Carlos Sarabia decide abandonar de manera repentina al Recodo, comentando las partes implicadas que todo quedó en buenos términos, sin embargo, a mediados del año y todo el 2004 se enfrascaría en una serie de dimes y diretes (Carlos Sarabia argumentando un despido injustificado, Alfonso Lizárraga desmintiendo lo dicho por Carlos e incluso diciendo que él los abandonó, de tal manera que dejó el proyecto tirado y con 4 años de contrato aún sin trabajar). Este pleito se iría a los tribunales y se acaba fallando a favor de los Lizárraga, haciendo que Sarabia pagara lo que quedaba del contrato trabajando para la banda, pero esta vez no como vocalista. Así la carrera de Carlos Sarabia, quien ya para este tiempo había pasado a formar parte de las filas de la banda de Germán Lizárraga y que también dejó para grabar su primer disco como solista, se vería truncada.
En el 2003, con la ayuda del productor Emilio Estefan, Banda El Recodo lanza su producción "Por Ti" (disco que había dejado inconcluso Carlos Sarabia) logrando una fusión innovadora, esta producción los lleva a estar nominados en diversas entregas de premios, destacándose más los galardones obtenidos como premios a su larga trayectoria, que al éxito obtenido por el disco en si, con esta nueva etapa irían perdiendo de manera gradual muchos de los seguidores ganados en las épocas con Preciado y después con Sarabia. En este proyecto sobrevivió como vocalista Luis Antonio López y se incorporaron dos vocalistas más, Alejandro Ojeda nuevamente de la Original Banda el Limón, y Alejandro Villarreal conocido como "el borrego", procedente de un grupo de música norteño-texana. Estos, tras grabar 3 discos de estudio (Por Tí, Hay Amor, Más Fuertes Que Nunca) y uno en vivo grabado en el Auditorio Nacional con motivo del 65 aniversario de la agrupación, dejarían la agrupación, Ojeda para trabajar en solitario, Villarreal para trabajar en el staff de la agrupación; y así incorporarse Noe Obeso Félix, quien haría mancuerna con "El Mimoso", esta dupla no alcanzó el año ya que Noe no logró ser del agrado de todo los seguidores y solo dejo grabado un disco de estudio (Que Bonito... Es Lo Bonito), a mitad de la gira promocional, por petición de los grupos de fans es sustituido por Luis Alfonso Partida "El Yaqui", procedente de la Banda Estrellas De Sinaloa de Germán Lizárraga.

Salida De Luis Antonio López: Nueva Mancuerna, Nuevas Expectativas

Ya conformada la nueva mancuerna de vocalistas se decide lanzar en el 2008 una nueva producción titulada "Te Presumo" que en realidad era un disco recopilatorio al que se le agregaron 2 nuevos temas inéditos: Te Presumo, único sencillo promocionado, y Por Una Mujer Bonita. Ya en el 2009, los hermanos Lizárraga (Poncho y Joel) convocaron a una rueda de prensa, cuyo tercer participante era Luis Antonio López, a través de los medios de comunicación anunciaron que por mutuo acuerdo "El Mimoso" emprendería su carrera en solitario, dejando atrás 11 años de trabajo continuo con el Recodo, y así más de una decena de producciones con su participación y un hueco en la agrupación.
Ya en el resto del año se corrieron rumores de todo tipo, tanto acerca de las razones del porque "El Mimoso" abandonó la banda y quién entraría a sustituirlo, el nombre que sonaba más fuerte para esto sería ni más ni menos que Carlos Sarabia, con quien había hecho la mancuerna de vocalistas tan exitosa hacia finales de los 90's; la razón argumentada era la ya sanada relación entre él y los Lizárraga, y también que fue incluido recientemente como vocalista de la Banda Sinaloense Los Recoditos (proyecto alterno iniciado por Don Cruz Lizárraga a finales de los 80's y dirigido también por su familia). Las dudas se despejaron a finales de este año, con el lanzamiento del sencillo Me Gusta Todo De Ti el cúal formará parte del nuevo disco que tiene el mismo nombre, y anunciando que en cambio, quién entra al relevo es Carlos Pérez, procedente precisamente de la Banda Los Recoditos. De esta manera La Banda El Recodo espera renovarse y recuperar el gusto total del público, fuera de sus clubes de fans.

Influencia

La Banda el Recodo ha servido tanto de receptor de influencias y también han sido quienes marcan la pauta en la evolución del estilo de la música sinaloense. El Recodo se influenció en su alineación de la agrupación sinaloense "los Sirolas" fundada en los años 20. Así también en el inicio de su carrera graban canciones y tocan a lado de Luis Pérez Meza dándole sus primeros éxitos, también fueron recurrentes a lo largo del tiempo grabaciones instrumentales y con voz, de composiciones de José Alfredo Jiménez y de Juan Gabriel, siendo muy frecuentes en los discos grabados en la década de los 90 (por lo menos en cada disco era incluido un tema de cada uno de estos cantautores), también se destaca grabaciones de temas de José Ángel Espinoza "Ferrusquilla" como lo es La Ley del monte. El Recodo en sus primeras décadas de vida manejó una línea mayoritariamente instrumental, en el corte ranchero retomaron sones y canciones del dominio público, y canciones que fueron éxitos en su momento en voz de Antonio Aguilar y Vicente Fernández, así también, al pertenecer ala RCA Victor tuvo un repertorio muy similar al del Mariachi Vargas de Tecalitlán (las dos agrupaciones pertenecían a la misma disquera). Paralelamente grabaron temas de música swing como 12th Street y hacia finales de la década de los 80 lanzaban 2 producciones de manera simultanea, un disco de corte ranchero y otro de cumbias. El trabajo realizado por El Recodo repercutió muy fuertemente en el desarrollo del género de la música sinaloense, fomentando la proliferación de agrupaciones de este tipo e influenciando al movimiento "grupero" de los años 90 en México.